Notas
Legado Milenario
martes, 21 de Julio de 2020El mundo necesita de alpaca (y esta viene de Perú)
La región Puno es el epicentro de una de las fibras más elegantes del planeta.
Perú es el país de la alpaca. Qué duda cabe. El 80% de la producción mundial de fibra de alpaca procede de la tierra de los Incas. Y la región que más aporta este insumo es Puno (39.6 % de la producción), seguido de Cusco, Arequipa, Huancavelica, entre otras regiones.
Allí, en los Andes del Perú, sobre los 3500 m s.n.m., donde las temperaturas descienden hasta los diez grados bajo cero, crece este noble camélido de cuerpo esponjoso, descendiente de la vicuña, cuyo vellón es considerado la fibra más fina del mundo.
Ahora bien, ¿por qué necesitamos tanto de este insumo extraído del corazón de los Andes? La alpaca forma parte consustancial de una larga tradición iniciada hace 5 mil años con los primeros tejedores peruanos.
Símbolo de distinción
Resulta que las culturas preincaicas valoraron mucho el empleo de fibras orgánicas para la confección de sus atuendos. Entre ellas estaba el algodón y la alpaca. Esta última fue muy apreciada sobre todo por la clase imperial debido a su alta calidad. La noble fibra dio paso a múltiples confecciones que agradaban al emperador y a su corte cercana. Su uso se combinaba con ciertos accesorios, como brazaletes, anillos y collares, lo que conformaba en su conjunto un símbolo de distinción y de estatus.
Del mismo modo, hoy en día, la alpaca ocupa un sitio de privilegio en el mundo de la moda. Las mejores vitrinas de Europa, Asia y Norteamérica están llenas de jerseys, chaquetas, abrigos, ponchos, chalecos, entre otras prendas echas de la mejor alpaca peruana.
PROMPERÚ promueve la exportación de fibra y prendas de alpaca a través de la marca sectorial Alpaca del Perú, la cual trabaja con productores de todo el país bajo estrictos estándares de calidad y en el mejor entorno posible con la naturaleza y con los trabajadores.
Calidad superior
Se sabe que la fibra de alpaca es tres veces más fuerte que la fibra de oveja y siete veces más caliente. Es decir, no solo combate la pérdida de calor, sino que se conserva en el armario, lo que evita la necesidad de comprar un mayor número de prendas. La alpaca es fina y liviana, y tiene un brillo sedoso que perdura a pesar del lavado. No retiene agua y resiste a la radiación solar.
Como si fuera poco, es hipoalergénica (ideal para niños pequeños, así como para los ancianos) y ofrece más de 22 colores naturales, aunque también puede teñirse. Todo un portento de la naturaleza.
Buenas prácticas
La cadena alpaquera del Perú ha heredado una milenaria tradición de convivencia, respeto, cuidado y bienestar de la alpaca. El Gobierno peruano regula la cadena productiva de la alpaca a través de las siguientes normas técnico-productivas:
NTP 231.370: Buenas prácticas pecuarias para la esquila y el manejo del vellón de la fibra de alpacas.
NTP 231.300: Definiciones, categorización, requisitos y rotulado de la fibra de alpaca en vellón.
TP 231.301: Definiciones, clasificación por grupos de calidades, requisitos y rotulado de la fibra de alpaca clasificada.
Estos protocolos rigen a lo largo de la cadena de valor de la alpaca; es decir, desde la crianza del mamífero hasta la exportación y distribución de las prendas, lo cual apunta a ser un ejemplo de comportamiento ético y responsable de este sector para el mundo.
Oportunidad de progreso
Resulta justo que las buenas prácticas productivas como las de la alpaca peruana obtengan un reconocimiento en el mercado. De hecho, pese a la crisis de salud que afrontan los diversos países, las exportaciones de alpaca siguen siendo la principal oportunidad de progreso para más de 120 mil familias peruanas. No olvidemos que Puno, siendo el epicentro de la producción de esta fibra es, al mismo tiempo, una de las regiones con mayor incidencia de pobreza monetaria del Perú (de 34.4 a 39.4 % según el Instituto Nacional de Estadística e Informática).
Pero allí mismo, donde el viento de la puna congela hasta los huesos, miles de tejedores puneños siguen hilando su futuro desde hace 5 mil años.
En 2019, la exportación total de fibra de alpaca del Perú alcanzó los US$ 57.483.000. La cifra podría crecer. Depende de todos nosotros.