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Legado Milenario
viernes, 30 de Julio de 2021Historias de alpaca y otras fibras en el Perú
El Perú es un país privilegiado porque presenta una variedad de telares finos. La alpaca es el protagonista de un creciente rubro para nuestro país. Conoce más acerca de esta fibra, su calidad y cómo se proyecta a futuro.
La textilería peruana tiene un futuro promisorio que alienta a productores y consumidores.
Vivimos una época en que hablar de textilería es hablar del futuro de la humanidad. No importa si hace frío o calor: la calidad de lo que llevamos puesto definirá de ahora en adelante nuestra relación con el planeta.
Hay un nuevo compromiso ético en la moda, dirían los expertos.
En ese sentido, Perú es un país privilegiado: su variedad de telares es de lo más fino y selecto que se haya visto en el mundo. Gracias a su calidad, la textilería peruana es un negocio en crecimiento.
Los números lo confirman: en los próximos cinco años, Perú tendrá el potencial para duplicar la fabricación de prendas de vestir, exportando $2100 millones en el 2025, manifestó la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Rocío Barrios.
Sin duda, se trata de un logro asociado al esfuerzo y a la creatividad de millones de peruanos que forman parte de la cadena textil.
A continuación, conoceremos la filosofía y la forma de trabajo de los empresarios textiles que se fajan día a día por el Perú.
Potencial sostenible
En los Andes peruanos, sobre los 3500 metros sobre el nivel del mar, habitan nobles camélidos, como la vicuña, la alpaca y la llama. Las tres especies brindan abrigo gracias a su pelaje, por lo que son valoradas y preservadas por el hombre.
La fibra de alpaca, en particular, ha dado jugosos réditos a Perú, con un total de US$57 millones 483 mil en exportaciones en 2019. No obstante, las otras fibras también son importantes dentro de un sector que ha mostrado una evolución positiva durante los últimos meses.
Solo en junio de este año, el sector textil-confecciones mejoró sus ventas al sumar U$S 59 millones, un crecimiento de 300 % en relación a abril (U$S 13 millones).
Inés Vizquerra, gerente general de Wayra, es parte de esta industria y está convencida de que el sector textil saldrá adelante pese a los efectos de la pandemia: “En el presente [la alpaca, la lana y el algodón] son fibras con mucho potencial y que estamos trabajando para hacerlas más conocidas y que el mundo conozca su valor: principalmente la sostenibilidad”, afirma.
“Para lograrlo, los peruanos debemos trabajar en una estrategia como industria para volverlas más conocidas y que se conozcan los beneficios y el valor agregado de las mismas”.
Productos orgánicos
La marca Wayra que Inés dirige se especializa en la producción de mantas para decoración, mantas de cama, almohadas, fundas y alfombras, además de ropa: suéteres, bufandas, chales, capas, ponchos, entre otros, todos ellos con fibra de alpaca, lana o algodón.
La empresa comenzó trabajando de manera artesanal, pero pronto fue incorporando el tejido industrial, sin dejar de lado su compromiso con lo orgánico.
En opinión de la empresaria, lo que distingue a Perú de la competencia es la calidad del insumo y el respeto por el cliente. “Tenemos un activo muy grande que es tener la fibra, cubrimos la cadena de producción completa. Creo yo que las empresas peruanas ofrecen un servicio y compromiso excepcional”.
Copos de nube
Centrémonos ahora en el algodón: la única de las tres fibras que no procede de un cuadrúpedo. Antes de la pandemia, Perú era “la máquina algodonera del mundo”. En el primer semestre del 2019, la exportación de la cadena textil-confecciones superó los 685 millones de dólares, según cifras de la Asociación de Exportadores (Adex).
Todo ello, gracias al esfuerzo de los agricultores. Uno de ellos era Sixto Castro. Don Sixto cosechaba ‘copos de nube’ por kilos en su hacienda de Piura.
El algodón crece blanquito en los valles costeños y así mismo es recogido de su bellota. Don Sixto era un experto en ese arte.
“Yo vivo del algodón y con él sostengo a mi familia”-, declaraba el agricultor hace algún tiempo en un video promocional que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) le dedicó recientemente. “Desde muy joven me gustó la agricultura. En todos estos años, nunca he perdido. Quizá hubo años en que no he ganado, pero he cubierto mi deuda”.
Antes de dejar este mundo, don Sixto se aseguró de que los más jóvenes aprendieran su arte. El algodón siempre sale limpio, sin manchas ni impurezas. Cosecharlo es un acto de amor.
Don Sixto ya no está, pero el trabajo agrícola continúa. Para fortalecerlo, el Ministerio de Agricultura ha venido implementando una serie de mejoras en la producción de algodón en los últimos años.
Una de ellas es la mecanización de los cultivos.
“Creo que [el proyecto] va a permitir despegar nuevamente el algodón ya que el costo de producción es muy alto por la mano de obra escasa en nuestra región”, refirió hace un tiempo Enrique Gutiérrez, de la Dirección Regional Agraria de Ica.
Los iqueños son herederos de una rica tradición textil inspirada, sobre todo, por la cultura Paracas (700 a. C. y 200 d. C.), famosa por sus bellos mantos hechos en algodón y lana.
Datos de cierre:
- La cadena de valor del algodón engloba a más de 8 mil agricultores familiares en la fase productiva, distribuidos en los valles de Ica, Lima, Áncash, Lambayeque y Piura; y en la fase manufacturera, a más de 13 mil empresas de hilados y tejidos, así como a 24 mil empresas de confecciones (96% MYPE) concentradas principalmente en Lima.
- PROMPERÚ promueve el negocio digital de las marcas textiles peruanas a través de la nueva plataforma digital Foursource. Para participar, usted puede inscribirse en el siguiente enlace: https://foursource.com/exhibition/?countries=175
- Asimismo, PROMPERÚ cuenta con un programa de licenciatarios de la marca país, al cual pueden acogerse las empresas inscribiéndose en esta dirección: https://peru.info/es-pe/marca-peru/programa-de-licenciatarios
Fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=2IxoOElvxT4
https://www.inia.gob.pe/2020-nota-080/